27/7/11

Néstor E. Rodríguez (Presencias reales: la poesía dominicana actual)



Revista Ping Pong ¿Cuál fue tu primer contacto con la publicación: recitales, blogs, revistas, festivales, premios…?
Néstor E. Rodríguez  - Mi primer contacto con la publicación de poesía fue a través de una revista electrónica que editaba mi viejo amigo Pedro Cabiya. Se llamaba "El fémur de tu padre." Me publicó un único poema titulado “Jano”. Poco tiempo después salieron algunos textos míos en la revista de un colectivo de poetas de la facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico: "En la mirilla." De ahí en adelante empecé a diseminar mis textos regularmente, sobre todo en revistas cibernéticas.



Revista Ping Pong ¿Cuál es la imagen que piensas que se proyecta de la actual poesía dominicana? ¿Consideras que se atiene a la realidad de la actual creación?
Néstor E. Rodríguez - El panorama de la creación en cualquier país es siempre heterogéneo, por más que el afán de los críticos, y a veces hasta de los mismos creadores, pretenda encorsetar esa diversidad con etiquetas de generaciones y grupos. La poesía dominicana actual proyecta una imagen de gran vitalidad, en particular en los foros electrónicos. No faltan las vacas sagradas y sus acólitos copando los suplementos y revistas con más de lo mismo, como ocurre en cualquier país, pero entre la producción de los más jóvenes y la de voces consagradas pero no ruidosas, como por ejemplo Norberto James, se aprecian poderosos destellos.

Revista Ping Pong ¿Crees que el desinterés dejado por las generaciones anteriores a la poesía y a su difusión (ausencia de revistas y editoriales) ha afectado a los poetas más jóvenes? O al contrario, ¿los ha fortalecido y los ha conducido a explorar nuevas formas de expresión y difusión?
Néstor E. Rodríguez - Los poetas jóvenes, y algunos no tan jóvenes en años, han sabido aprovechar los medios electrónicos en la diseminación de su trabajo. No creo que haya un desinterés por la poesía en República Dominicana. Lo que hay es un desinterés de los medios tradicionales por dar al arte en general el espacio que merece. En un país en donde todo se mide con criterios gananciales, la poesía se ve como una inversión de alto riesgo.

Revista Ping Pong ¿Puedes identificar los pros y los contras de las agrupaciones, los movimientos o las mafias en la poesía dominicana?
Néstor E. Rodríguez - Soy producto de la dinámica de los talleres literarios; me formé participando de ellos en Puerto Rico. Yo le encontré valor a participar en ese tipo de foros en los que podías leer tu obra y te la criticaban. Por lo que he notado, en República Dominicana hay una buena tradición de talleres literarios. Ahora bien, el lado menos atractivo de la dinámica del taller se aprecia cuando de ese tipo de iniciativa surge una escuela, con la consecuente estética particular que hay que defender a toda prueba. Creo que República Dominicana es el país con más movimientos literarios por kilómetro cuadrado en el mundo entero. Algunos poseen manifiestos sugerentes y cuentan con seguidores cuya obra es digna de admirar, como sucede con algunos poetas del Interiorismo. Pero también figuran movimientos como el de la Metapoesía, cuyos postulados le arrancan una carcajada al lector más ecuánime. ¡Y tiene hasta sucursales en España y otros países de Latinoamérica!

Revista Ping Pong Además de escribir poesía, ¿incursionas en otros géneros literarios?
Néstor E. Rodríguez - También escribo cuentos y ensayos.

Revista Ping Pong ¿Cuáles consideras que son tus influencias? ¿Cuáles opinas que son los referentes literarios a los que miras en tu poética? 
Néstor E. Rodríguez - Mi poesía se ha visto marcada por ciertas figuras que me han cautivado particularmente como lector de poesía. Pienso en los peruanos Emilio Westphalen y Blanca Varela; los españoles Aníbal Núñez y José Ángel Valente, los puertorriqueños José María Lima y Joserramón Melendes, el mexicano David Huerta, la cubana Reina María Rodríguez, los dominicanos Pedro Mir y Norberto James. También tengo que admitir que le debo mucho al contacto con la obra de tres grandes amigos: León Félix Batista y los puertorriqueños Noel Luna y J. P. Emmanuel.

Revista Ping Pong ¿Qué relación mantienes con los poetas dominicanos que viven en el país y en el exterior?
Néstor E. Rodríguez - Mantengo comunicación constante con poetas dominicanos de dentro y fuera de la isla. También cultivo la incomunicación con muchos otros vates criollos. A unos y a otros los leo con atención.

Revista Ping Pong ¿Y con la poesía en otras lenguas?
Néstor E. Rodríguez - En los últimos años he podido entablar amistad con excelentes poetas que escriben en lengua inglesa: el bahameño Christian Campbell, el brasileño Ricardo Sternberg y el australiano Chris Andrews. Disfruto de la poesía en lengua inglesa, la cual encuentro de una riqueza singular. Entre sus poetas muertos, soy fanático de la obra de George Oppen y de algunos libros de Carl Rakosi. Entre sus poetas vivos, me cautiva la obra de la canadiense Dionne Brand, la del sierraleonés Oumar Farouk, la del nigeriano Tolu Ongulesi y la de la trinitense Vahni Capildeo. Mención aparte merece la monumental obra de Derek Walcott, a quien idolatro desde mis años universitarios.

Revista Ping Pong: ¿A qué piensas que se debe que la poesía dominicana se conozca tan poco a nivel internacional?
Néstor E. Rodríguez - Pienso que ha faltado algo tan simple como la buena fe para proyectarla y diseminarla, para apostar a ella. Los pocos autores que han logrado algún tipo de visibilidad en el exterior, principalmente a través de antologías, revistas y suplementos, han conseguido esa presencia por iniciativa propia. El mundillo poético dominicano tiene una dosis alta de ruindad (bueno, qué mundillo literario no la tiene), y esto hace que haya muy pocos creadores que celebren la obra de sus pares a nivel internacional. Cuando se dé un mayor sentido de la solidaridad entre nuestros poetas, se abrirán muchas más puertas.

Revista Ping Pong Además de escribir poemas, ¿te interesa la traducción, escribir reseñas o críticas, participar en recitales, hacer perfomances…?
Néstor E. Rodríguez - He traducido del inglés poemas de Walcott, Ricardo Sternberg, Christian Campbell y Chris Andrews. La crítica de poesía también la practico con consistencia desde hace unos diez años. También he participado en recitales desde mis tiempos en la Universidad de Puerto Rico en la década del noventa. Todas estas actividades las siento complementarias.

Revista Ping Pong- ¿Qué diferencias estableces entre lo que publicas en el blog (si tienes blog) y lo que publicas en un libro?
Néstor E. Rodríguez - Desde 2005 mantengo un blog: Los años de Odradek. Allí he publicado mucha de mi poesía, además de crónicas, cuentos y crítica. A lo que publico en el blog le pongo el mismo rigor que le pongo a los textos destinados a un libro. En cierto modo, ese blog es como un libro que siempre se está haciendo.

Revista Ping Pong - ¿En qué estás trabajando actualmente?
Nestor E. Rodríguez - Tengo dos proyectos en remojo: mi tercer poemario, que he titulado Limo, y un ensayo académico sobre Pedro Henríquez Ureña.

Poemas de Néstor E. Rodríguez 

Horizonte de sucesos
En el vértice del fulgor
el oro que flamea
y no parece invocar
con este lance nada.
Ni una mueca precisa,
ni un sobresalto.


La muerte rotunda del poeta José María Lima
¿Imaginé siquiera en aquel gesto
lo que pesa una letra en la epidermis?
A los veinte años moraba en las imágenes
furtivas de esos versos secos y espectrales.
Veinte han transcurrido desde aquel fogonazo.
La resaca me dice que aún quedan
alquimias en proceso,
vestigios de un libro
que eras tú mismo,
marcado por lo no dicho
en décadas de ágapes y anuarios.
La duración de ese sigilo sibilino brilla
como una muesca en su propia reserva,
el fulgor de cieno de un viejo
cascarrabias con vocación de orate.
Por eso conmueve la medida de tu pérdida,
esa muerte rotunda
que nos seguiremos pasando como un amuleto.


Limo
De pronto
te define el légamo,
la savia que antes conoció
usos y costumbres.
Ahora que los pasos
se rinden
al acoso milimétrico
el estuche se enlaza,
te regala un motivo.

Néstor E. Rodríguez (La Romana, 1971) ha publicado su poesía en revistas y suplementos literarios de América latina, así como en diversas antologías de la región, entre ellas Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI (Siglo XXI, 1997) y El decir y el vértigo: panorama de la poesía hispanoamericana reciente (Filodecaballos, 2005). En 2001 ganó en Puerto Rico el Certamen de Poesía Olga Nolla con Animal pedestre (Terranova, 2004). Su segundo poemario: El desasido, apareció en México, en 2009, bajo el sello de El Billar de Lucrecia. Reside en Canadá, en donde labora como catedrático de literatura en la Universidad de Toronto.